22 de abril de 2008

el Progreso

El “polideportivo”.
Levanté a Anto y a Nacho en Ingeniería a las 4.30 y nos fuimos en el Fiat a Quilmes a encontrarnos con Chingolo y con Antonia para ver el terreno.
Una lonja angosta de tierra al borde del oscuro San Francisco, alli donde desaparece entubado en el misterio para reaparecer por Villa Dominico, igual de turbio.”El Plata” espera su aporte.
Chingolo, de sombrero de tweed, paraguayo corpulento, sonriente y de ojos azules entrega con cuentagotas ideas y detalles. Ya hay dos arcos de hierro con antioxidante rojo y una red de voley donde juegan un partido de 2 contra 2 cuatro tipos muy muy hábiles. Uno de ellos –dice Chingolo y lo señala- es el que donó los arcos.Los miran 3 o 4 amigos, tal vez esperando entrar, mientras toman unas birras de litro (Quilmes como es lógico y cartesiano).
Los chicos casi arquitectos y laburando ya de, sacan una cinta de solo 3 metros y miden el ancho. Anto dice "19.90" en esta punta. Una casilla sobresale un poco pero Chingolo dice que son amigos y si hace falta la corren.
El largo ya lo sabe él y dice –para evitarles medir de a 3 mts cada vez y pasar mas frío- “108 metros”.
Hay una calle de tierra (todo es de tierra) al borde del arroyo donde pusieron una virgen de lujan y un san jorge en una casita de material y vidrio para que los cartoneros por respeto o miedo a la espada no descarguen lo invendible. Se respeta bastante dice el quía.
Hace mas frío y anochece cuando, con las psicólogas que llegaron luego, nos vamos a la panadería -futura guardería bichito de luz- para la discusión “técnica”.Los del volley siguen, casi a ciegas.
Rodeada de panes y pizzas, Antonia dice: queremos un sum para fiestas, reuniones y velorios de todos los barrios. A los velorios no se les cobra. Que ellos son la “Union de Barrios” y no dejan a los de Acceso ni a los de Santa Maria afuera.
Anto muy seria quiere detalles: duchas? cocinita? hay cloacas? ( acá no hay). Insiste.
Hace calor por el horno.
De golpe Chingolo se saca el coqueto sombrerito de tweed y Anto como una nena maravillada dice mirandolo fijamente: ¡¡“eras pelado” !!
Entre risas y habiendo comprado pan caliente y bizcochitos nos vamos.
Alberto Vazquez.-